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THE DOORS

Un nuevo aniversario de la desaparición física del poeta James Douglas Morrison es lo que nos lleva a rescatar su obra y sus inmortales versos comandando al cuarteto. "Soy el espía en la casa del amor, conozco los sueños que estás soñando. Conozco la palabra que querés escuchar. Conozco tus miedos más profundos y secretos", decía Jim en "The Spy", con un espíritu obvio de voyeur. Aún hoy, a 36 años de su deceso, estas líneas inquietan hasta al más pintado.

Top 3: Los imprescindibles de The Doors

. The Doors (1967). Un disco que contiene "Break on Through (To The Other Side)", "Light My Fire" y "The End" ya merece quedar en el panteón de clásico de todos los tiempos. La grave voz de Morrison suena como nunca, antes de que los excesos le pasaran factura, y el grupo lo secunda como si de ellos dependiera su vida.

. Morrison Hotel (1970). El regreso de The Doors a las grandes ligas, recuperando su pulso blusero y con algunas de las letras más inspiradas salidas de la pluma de Jimbo: "Roadhouse Blues" ("El futuro es incierto y el fin está siempre cerca"), "Peace Frog" (gran riff de Robbie Krieger), "The Spy" e "Indian Summer" (uno de sus lentos más conmovedores).

· L.A. Woman (1971). El último registro de Jim con la banda acentúa todo lo bueno que prometía Morrison Hotel. "Love Her Madly", el tema que titula el álbum (con "Mr. Mojo Risin'", el famoso anagrama del nombre del cantante), "Hyacinth House" y "Riders on the Storm" sobresalen, e invitan a pensar en un futuro que para los Doors no llegó.